Micropausas con Vida Gaviria - Vida Contigo Podcast

Te doy la bienvenida a un nuevo episodio de Vida Contigo, donde tratamos temas relevantes, interesantes y tranquilizadores para este hermoso y delicado viaje de la crianza. Yo soy Vida Gaviria y hoy quiero hablarte de un concepto que para mí ha sido mágico y me encanta ver cómo algunas personas relacionadas con el tema de crianza, desde su manera, con sus palabras, también lo abordan porque tiene que ver con Neurociencias. Es lo que yo conozco, es bautizado como micro pausas, un concepto en el que entramos a profundidad de mi programa, PazCiencia y Vida y que definitivamente es la diferencia. Es como ese freno de mano que yo acciono y hace la diferencia en la historia entre reaccionar y responder.

Probablemente me has escuchado, me has leído hablando de reactividad o responsividad, y vamos a entrar rápidamente en estos dos conceptos para que entendamos de qué estamos hablando.
Cuando yo soy re activo, quiere decir que de manera impulsiva yo estoy accionando frente a un estímulo con una respuesta que no pasó por el filtro del pensamiento, la lógica, el discernimiento ni la ponderación.

La reactividad es el impulso que salta, prácticamente no pasa por mi corteza prefrontal, sino que simplemente acciona y me coloca a mi en estado de supervivencia. Es esa parte del cerebro más primitiva que me dice "hay que sobrevivir; asegúrate de salir ileso de esto, corre, pelea, de alguna manera estás bajo amenaza."

La reactividad se ve mucho más frecuentemente en personas adultas que han abandonado sus espacios de autocuidado, que tienen un estilo de apego evitativo o desorganizado, que han tenido un mal día y que ese momento en que se presentó la situación, pues bueno, se nos cruzaron los cables, como decimos a veces, y entonces no tenemos la mejor respuesta. Pero, aquellas personas que ven que recurrentemente reaccionan, entran en conflictos, pelean, gritan y después se arrepienten, se sienten muy mal, piden disculpas, tratan de reparar, son aquellas que pudieran venir de experiencias como las que te nombré, un estilo de apego desorganizado o evitativo, ansioso o personas que han abandonado sus espacios de autocuidado o personas que tienen alguna situación de salud mental mucho más comprometida.

Supongamos que somos una persona que se cuida, que tiene relaciones seguras pero que hay momentos en los que se nubla la visión porque en modo cansancio acumulado simplemente no tomamos buenas decisiones y somos reactivos. Y luego de la reactividad, generalmente, si somos personas saludables viene entonces ese ciclo muy incómodo de la vergüenza, la culpa, del arrepentimiento, el intento de reparación.

Es un ciclo que no se rompe si yo no tomo acciones como el autocuidado, que eso lo atenderemos en otro episodio.

La responsividad es precisamente lo opuesto. Cuando yo elijo entregar una respuesta que ha pasado por un proceso racional de ponderación, en el que yo he podido decir "ya va esto está pasando, me estoy sintiendo bajo amenaza, pero en este momento elijo pensar para entonces actuar según lo más conveniente". Ese proceso que convierte la respuesta en una respuesta responsiva y no en una reacción reactiva, aunque suene medio trabalenguas, es lo que yo llamo "Micro Pausa". Es ese instante, son esas milésimas de segundos, no estamos hablando de un proceso que toma minutos ni horas ni nada de eso.

Son ese ese pequeño break invisible, o ese paréntesis en el que yo digo "ya va".

Incluso puede sonar así, incluso puede pasar porque tú hagas el gesto de cerrar los ojos como para mirar al interior y poder ponderar que está pasando que estoy sintiendo ante que estoy y cómo quiero salir de aquí. La micro pausa es ese momento mágico que te permite tomar una ruta que puede terminar en una catástrofe o tomar otra ruta que puede terminar en una solución. Las personas que tienen más facilidad para encontrar soluciones en medio de situaciones caóticas son personas más acostumbradas a ejecutar las micro pausas y esto es algo a lo que podemos acostumbrar a nuestro cerebro.

Si tú que me estás viendo o escuchando eres una persona reactiva, explosiva, que pareces un volcán en constante actividad, siempre haciendo erupción y llevándote por el medio a relaciones, personas queridas, no queridas, etcétera, pero luego sintiéndote muy mal, puedes empezar a regalarte este entrenamiento. La micro pausa puede al principio sentirse como algo un poco mecánico, pero como es algo a lo que no estamos acostumbrados, pues habrá un poco de entrenamiento consciente y sistemático para que luego se convierta en algo que yo integré, que fluye de manera natural, que es mi nuevo normal.

Entonces, ante una situación amenazante, estresante: supongamos, estoy en casa luego de un día largo de trabajo, no he tomado suficiente agua, tuve relaciones tensas en el trabajo, conversaciones que no han cerrado, en fin, has sido un día en el que yo digo "ojalá este días no hubiera existido en el calendario".

Llegas a tu casa y te encuentras con tus niños pequeños que están siendo niños pequeños, que a lo mejor están también cansados al final del día, que no se quieren bañar, que no quieren comer, que voltearon el plato de pasta, que todo se ensució, que pelearon con el hermano, que están dando más dificultad para cerrar el día.

Y en este momento tu cerebro reptil, por decirlo de alguna manera, tu área más primitiva quizás pueda decir "ya basta, quiero que todo el mundo se acueste, cállense la boca, no los quiero ver, desaparezcan, es que estoy harta, me quiero ir, para qué regresé." Y empiezas con esta retahíla de desahogo que momentáneamente te va a hacer sentir alivio, pero que luego vas a repasar y vas a decir "qué hice, cómo me convertí en eso," como en el oso rojo de Red, de la película.

Si en este momento tú intuyes y te das cuenta "empiezo a sentir que se están llenando todos mis vasos, todos mis envases de paciencia y que yo puedo emitir una reacción desmedida que se lleve por delante a todos y a todo". Y entonces yo ahí puedo decir "soy el adulto, soy la adulta."

Hago mi micro pausa respiro, puedo tomar un vaso de agua, puedo echarme agua en la cara, puedo salir a tomar un poco de aire fresco, puedo quitarme quizás capas de ropa que me están dando calor y que ahora que me he dado cuenta que están interfiriendo incluso con mi respuesta sensorial y decir "bueno, aquí estoy, estoy sumamente cansada, el día de hoy necesito que todos colaboremos un poco más. Mamá está muy agotada, no quiero gritar, quiero que todos cerremos el día de la mejor forma posible".

En este punto tú tendrás más claridad incluso para decidir si flexibilizas este día algunas normas. De repente hoy que estás tan demandada, tan cansada, tan desbordada, mira, no pasa nada si no hacemos el ritual cotidiano que se toma 25 minutos, sino que hoy decimos vamos a hacer una acostada express y vamos a leer un solo cuento para los 3 niños y no vamos a hacer la dinámica de preguntarles cómo les fue y que ellos me pregunten, sino algo mucho más rápido.

Siempre explicando estoy cansada o estoy en esta situación, no me siento bien o estoy triste o me acabo de enterar de una noticia que me tiene muy desconcentrada, lo que sea, explicando. Todo esto lo vas a poder hacer si y sólo si te regalaste una micro pausa. De nuevo, segundos que pueden marcar la diferencia entre una hecatombe y una respuesta de paz.

Cuéntame por favor en los comentarios cómo te fue. Si conocías a este concepto, si a lo mejor ya lo ponías en práctica, pero no sabías que esto era algo protector para tu salud mental y tus relaciones. Quiero saber más de ti, quiero saber cómo todos estos tips, por decirlo de alguna manera, te benefician y hacen de tu camino en la crianza uno mucho más amable, consciente y disfrutado. Te doy las gracias por estar aquí y nos vemos muy pronto en otro episodio de Vida Contigo.